El lector tiene en las manos el número 100 de Cuadernos del Sur. Sí, el camino ha sido largo y no siempre fue cómodo escribir y refinar los artículos que tú, lector, has leído a lo largo de estos años. Pero aquí estamos.
Quizá los fundadores de la revista, Antonio Marco Botella y Miguel Fernández, no imaginaron nuestra larga vida, sobre todo porque hubo problemas en la asociación por motivos políticos que llevaron a casi todos nuestros camaradas a abandonar HALE; y si bien es cierto que nuestro boletín tiene miles de lectores, ello se debe a que se puede leer gratuitamente desde cualquier país del mundo. Sí, recordemos que somos trabajadores, pero no necesariamente rojos, o puede que ni siquiera de izquierdas. Puesto que nosotros, los trabajadores, tenemos derecho a tener la inclinación política que queramos, y aunque los de izquierdas no comprendan que se puede ser trabajador sin ser de los de ellos, se puede ser miembro de una asociación como esta nuestra, la Asociación Española de Trabajadores Esperantistas, siendo de izquierdas o sin serlo. Esperemos que la llegada de este número cien cambie la actitud de los esperantistas y de los trabajadores, y de nuevo nos juntemos amistosamente para trabajar en una asociación y un boletín que promueven la cultura.
Desde el momento en que tenía que haber aparecido este número han ocurrido cosas importantes en España y en otros lugares. En primer lugar tuvo lugar el Congreso Universal de Esperanto número 103 en Lisboa. Allí nos juntamos muchos viejos amigos, aunque otros no pudieron venir porque ya no están entre nosotros, por desgracia.
Otro asunto grave fue el acceso tramposo del perdedor de las últimas elecciones en España. Sobre ambos sucesos tratamos en nuestras páginas.
Además, tuvo lugar la Feria del Libro en Murcia tras varios años sin realizarse. Yo participé en la caseta del MCRC.
Desde el comienzo de nuestra segunda centena de nuestros cuadernos pretendemos que Cuadernos del Sur se vuelva una publicación más literaria y culta, aunque la verdad es que en la literatura cabe todo campo del saber y pensamiento humanos, incluso lo social y lo político, que hasta ahora dieron forma a nuestros números. De hecho este debería haber salido en latín, pero aún me falta preparación para hacer eso, y por eso aparece en mis tres idiomas en lugar de la lengua más culta de la antigüedad.
Espero que aparezcamos puntualmente ante ti, y que comentes nuestro trabajo, en que estás invitado a participar, por supuesto, si quieres.