Esperanta versio ĉi tie.
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Homenaje a un humanista español: Don Ricardo Codorniú.


Conferencia pronunciada en el Aula Cultural de CajaMurcia el día 30 de mayo de 1996 por don José Luis Pérez Ovilo, Delegado de la Asociación Universal de Esperanto en Murcia.


PepeluComo delegado de la Asociación Universal de Esperanto y en nombre de la Asociación Ricardo Codorniú de Murcia, quiero dedicar dos apuntes a este murciano insigne de relevancia indiscutible, tanto nacional como internacional.

D. Ricardo Codorniú fue un pionero en Murcia, España, y en Europa en lo que hoy se llama Ecología. Pero no lo fue por su condición de notable ingeniero de montes, para lograrlo era preciso la chispa, esa chispa que convierte a los pocos en excelentes. Y D. Ricardo tuvo esa chispa, producto de la reflexión. Entendió perfectamente la importancia del medio ambiente para el hombre y que cuidarlo y mimarlo era condición sine qua non para la supervivencia humana. Esta fue su reflexión que le condujo a su gran obra: la reforestación de Sierra Espuña, pulmón de Murcia que todos hoy disfrutamos. Razón por la que es conocido como Apóstol del árbol. Cuando en 1889 y 1899 se crearon en Inglaterra y Alemania las primeras asociaciones para la protección de las aves, ya en Murcia D. Ricardo Codorniú trabajaba en la Ecología.

Existe un segundo punto, consecuencia del anterior. Y es que una persona que cuida el hábitat del hombre, es alguien que cree en el hombre, y ésta fue su condición de humanista.Rikardo Pero un humanista reflexiona sobre otros problemas del hombre, y D. Ricardo lo hizo sobre el más evidente, el de la incomprensión lingüística: barrera que separa a los hombres desde los tiempos bíblicos de Babel. Y dicho y hecho, así como concluyó en la importancia del árbol y puso manos a la obra arborizando Sierra Espuña, respecto al problema lingüístico hizo lo propio, puso manos a la obra y, para salvar la gigantesca barrera creada por las lenguas particulares, introdujo la Lengua Internacional Esperanto en España a través de Murcia. Razón por la que se le conoce como padre del esperantismo español.

Aquí creó los primeros grupos esperantistas de España (en Murcia, Aguilas, Lorca, Cartagena, Los Dolores, etc). El 1 de septiembre de 1902 los esperantistas se reunieron para fundar la Sociedad Esperanto, y en febrero de 1903 los esperantistas de Murcia y Valencia se reunieron en Murcia, fundando la Sociedad Española para la propaganda del Esperanto, siendo nombrado presidente don Ricardo Codorniú. La Asociación fijó su sede oficial en Murcia, en el Paseo del Malecón, Letra C.

En España don Ricardo Codorniú fundó y editó de manera regular diferentes revistas: Vaga Stelo (Estrella errante) para extranjeros; Hispana Stelo (Estrella española), para españoles; Murcia Stelo (Estrella de Murcia), para los esperantistas de Murcia; y Arbara Stelo (Estrella del Bosque), para los ingenieros de montes. Las estrellas de Codorniú adquirieron fama, tanto en España como fuera de nuestro país: se trató de la romántica constelación de los idealistas más cultos y encantadores del Movimiento Esperanto.

En el verano de 1905 tuvo lugar el Primer Congreso Mundial de Esperanto en Francia, donde el Sr. Codorniú fue nombrado asesor del Comité asesor para cuestiones lingüísticas.

En 1905 la Asociación murciana comenzó a editar su propia publicación, La Hispana Esperantisto (El esperantista español), bajo la redacción de D. Manuel Benavente, que aparecería en las páginas centrales del semanario Murcia, dedicado a las ciencias, literatura y arte, y cuya sede se hallaba en la calle Sociedad nº 14, de Murcia. También escribían en los periódicos La verdad, El Liberal, y en El Eco de Cartagena.

En 1907 fue nombrado Presidente del Grupo de Cartagena D. Carlos Roca, y en esta ciudad comenzaron a impartirse cursos de Esperanto en la Sociedad Económica, en el Centro de Estudios Generales, en el Colegio de los Cuatro Santos, y también en le barrio de Santa Lucía y Los Dolores.

Quizá el hecho más importante tuvo lugar en 1909 con motivo del 5º Congreso Universal de Esperanto en Barcelona. La presidencia de honor fue aceptada por el Rey de España, Don Alfonso XIII, y el comité lo formaron el príncipe D.Carlos de Borbón, diferentes ministros, el Rector de la Universidad, y el Alcalde de Barcelona. Don Ricardo Codorniú comunicaba oficialmente que el Rey D. Alfonso XIII había nombrado Comendador y concedido el Collar de la Orden de Isabel la Católica al Dr. Zamenhoff. Y dos años más tarde, en 1911, informaba de que por Real Orden de D. Alfonso XIII, se concedía al Esperanto la condición de "Lengua de Mérito" en el Estado Español. En este mismo año, D. Ricardo Codorniú publicó dos obras: Importancia de la adopción de un Idioma Auxiliar y Cómo influirá la Lengua Internacional en el progreso de la agricultura, industria y comercio.

Tras varios meses de búsqueda, me ha llegado desde Holanda el libro publicado en 1926 por el Presidente de la Federación Española de Esperanto, el General don Julio Manglada Stöner, con el título de Pri Murcia. Kantaro de Murcia (Sobre Murcia. Cancionero de Murcia). En su prólogo, el general Manglada dedica un poema al humanista D. Ricardo Codorniú, que finaliza así:

Hombres, pájaros y plantas
todos hoy en firme unión
hemos de agradecer su praxis,
su esfuerzo e ilusión
por una humanidad más justa
de diálogo y comprensión...

Sé perfectamente que éste no es el lenguaje que hoy se estila. Es el lenguaje de finales del siglo XIX y principios del XX. Es el lenguaje de Tolstoy y de los grandes idealistas que creían en el hombre. El lenguaje de hoy es el de la inflación, el precio del dinero, el I+D y el de los competitis por cada esquina. Pero no se debe a que hayan transcurrido cien años: la razón estriba en que no existen ideas y cuando las ideas cesan, surge el lenguaje del dinero.

No cabe la menor duda de que el grupo de Esperanto Ricardo Codorniú es la Asociación cultural más antigua de Murcia, cuando allá en 1902 tenía su sede en el Paseo del Malecón Letra C. En absoluto me refiero a una asociación folklórico-deportivo- cultural, sino cultural e intelectual en sentido estricto.

Cuando hoy se construye la Unión Europea y se plantea con toda su crudeza el gran problema de la diversidad de lenguas que impide la integración de sus miembros, ya cien años antes don Ricardo Codorniú dijo cómo se resolvía: cada pueblo con su idioma y el Esperanto -supranacional- para todos. Esta reflexión es una constatación evidente, obvia, es el huevo de Colón que muchos aún son incapaces de entender.

Sorprende que el nombre de Codorniú y su obra haya sido silenciado persistentemente por quienes deberían haber mantenido vivo su nombre y su obra como ejemplo para generaciones futuras. De ahí que no sorprenda el hecho de que Murcia conceda el nombre de un parque a una persona en nada vinculada a Murcia como el Sr. Cela, mientras que don Ricardo Codorniú queda relegado al más lamentable olvido por parte de quienes más le deben: los murcianos.

Concluyo diciendo que las dos pasiones de don Ricardo Codorniú, la ecología y el Esperanto, pasiones calificadas por la mayoría como utopías, fueron puestas en práctica por este hombre genial, demostrando que las utopías se cumplen cuando se cree en ellas y que no basta hablar por hablar, práctica común en nuestros días, sino dedicarse en cuerpo y alma a resolver los problemas que la humanidad tiene planteados.

Sirva como complemento del magnífico libro El viejo árbol del amigo Enrique morales y como homenaje a los ciento cincuenta años del nacimiento de don Ricardo, el 55º Congreso Nacional de Esperanto, que tendrá lugar en Murcia durante el mes de julio próximo, y la presencia hace dos meses en este mismo salón de CajaMurcia del Premio Nobel de Economía del año pasado, el profesor alemán Reinhardt Selten,impartiendo su conferencia en Esperanto. Sin duda, D. Ricardo Codorniú lo hubiese celebrado con entusiasmo.

Quiero agradecer al delegado y a las Bodegas Codorniú la llamada telefónica de su directora al anunciarme el envío de unas cajas del mejor cava para celebrar el bautizo del libro y en homenaje a D. Ricardo Codorniú. Gracias.


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